Si me seguís ya sabéis que hace unas semanas hice un viaje a Bali, y en esa ocasión era un viaje especial, más de lo habitual, ya que fui sola. El motivo, ir a hacer un retiro de yoga que era algo que tenía muchas ganas desde hacía tiempo, y cuando conocí la posibilidad de hacerlo en Bali, ya no hubo duda, tenía que ir.
En prácticamente todas mis aventuras embarco a Yago, pero en esta ocasión, llamadme egoísta, quería vivir esa experiencia tan gratificante y a la vez nueva para mí, sin él. Cuando viajas al extranjero sola tienes que ser más precavida de lo habitual, y además de un seguro de viaje internacional que siempre contratamos con Intermundial, tuve en cuenta otras cosas que ya os conté aquí. Aunque tengo que decir que sola no estuve porque casualidades de la vida que siempre despiertan mi sexto sentido, en el retiro coincidí con una amiga que vive en Alemania y hacía años que no veía, ¿os lo podéis creer?
Así es la vida, llena de casualidades que se ponen delante de tu camino y que creo siempre ocurren por algo.
En Bali son muy supersticiosos y a este tipo de cosas siempre le encuentran un significado. Así que feliz por partida doble de la experiencia.
Volviendo al tema de viajar sola, siendo un viaje en el que iba con un fin particular a un lugar en concreto no hubo ningún problema, ya que la organización del retiro se ocupó de que disfrutáramos haciendo yoga y meditación en lugares mágicos, y además conociéramos parte de Bali, sus templos y preciosos paisajes llenos de campos de arroz y otra vegetación exuberante.
Animaros a las que os gusta viajar a hacer algún viaje en solitario, se despertarán vuestros sentidos mucho más que si lo hacéis acompañadas, y será una experiencia única. Eso sí, si sois muy aventureras avisar siempre de la ruta que vais a hacer y no olvidéis contratar un seguro médico de viaje por cualquier imprevisto que pueda surgir.
Os dejo con algunas fotos más de esta increíble experiencia.
Os dejo con algunas fotos más de esta increíble experiencia.
¡Feliz día!