Hace tan solo unos días que regresé de Bali y me parece una eternidad. Es increíble cómo aterrizas y parece que lo vivido en otro país ha formado parte de un sueño, un espejismo. ¡Aquí todo va a otro ritmo más acelerado y me he dado cuenta de que tenemos que frenar un poquito!
De Bali me he traído muchas vivencias increíbles y en general, de este verano que ha sido algo diferente. Diferente porque me ha permitido por primera vez en muchos años (muchísimos), desconectar de verdad. Eso ha sido en parte gracias a la naturaleza, a esos paisajes de Kenia y Tanzania de ensueño y por supuesto, a no disponer de wifi durante días. ¡Eso ha sido lo mejor sin duda!
Una vez aquí regreso descansada, feliz y sobre todo en paz. SÍ, EN PAZ. Justo ayer tenía un shooting y con la maquilladora hablábamos de todas estas cosas. Ella también medita, es yogui y tiene una manera de comprender la vida como la mía. No significa que mi manera de ver las cosas sea la correcta, pero a mí me ayuda y me hace que tenga bienestar y eso es lo más importante.
Sé que a según qué personas hablar de estas cosas les produce risa, sin embargo, como yo siempre digo, el respeto es la base de todo e igual que yo puedo respetar el apreciar la vida desde otro ángulo y valorar las cosas desde otro prisma, me gusta que respeten mi manera de afrontar el día a día, por muy místico que suene. Más ahora con todo lo aprendido en Bali, pensamientos muy profundos, más conocimiento sobre el yo, el ser, los chakras... ¡un mundo vamos!
Me gustaría ir compartiendo todas las cosas que he ido aprendiendo durante estos meses y en definitiva, durante este más de año y medio que llevo meditando, aunque a veces abrirme y mostrar tantos sentimientos me parece demasiado íntimo, otras veces pienso que a quien está al otro lado le puede servir de ayudar, así que contadme, ¿os gustaría? ¡Ya me diréis!
Creo que con el ritmo frenético que impera en nuestro día a día, las nuevas tecnologías que nos hacen estar siempre alerta e hiperconectados y los niveles de exigencia que nos auto imponemos, es necesario parar, respirar y tomar conciencia de todo.
Vida solo hay una y depende de cómo la vivas, de verdad, puede cambiar tu manera de actuar, de pensar, de sentir y lo más importante, de disfrutarla.
No tengo una varita para contaros las claves de eso, tengo mis días buenos y otros que no son tan buenos, pero que siempre siempre siempre, por muy malos que sean, me enseñan algo y de los que acabo sacando algo positivo y eso creo que es lo más importante: el poder adaptarse sin problema a las circunstancias que llegan y que se nos van presentando en la vida, tanto positivas como negativas.
Ya veis que empiezo la semana un poco reflexiva, creo que este nuevo curso traerá muchos post diferentes y más dedicados al bienestar y el mental, es uno de los más importantes. Cuidamos mucho nuestro cuerpo, lo que comemos, las cremas que utilizamos, pero a veces nos olvidamos de la mente... ¡y qué importante es!
¿Me acompañaréis en esta aventura? Espero que sí. Mientras tanto, aquí os dejo unas fotos que me transmiten un relax y una calma totales...
La realidad ahora mismo es bien diferente tecleando ante mi ordenador, pero mi sonrisa sigue presente al recordar estos instantes de calma, paz y bienestar :)
Recuerda, todo está en ti y en tu mente.
¡Gracias por estar ahí un día más! :)