RECREANDO UNA BODA EN LA CAMPIÑA INGLESA

Estos días en los que gracias a “mi pata chula” casi no salgo de casa he tenido tiempo de hacer cosas de esas que guardas en una lista, aunque sea mental, para hacer cuando tengas tiempo, así que como no hay mal que por bien no venga, me he dedicado entre otras cosas a ordenar y hacer copias de seguridad de mis fotos antiguas. 

Entre ellas estaban las fotos de nuestra boda, ¡parece que fue ayer! pero han pasado casi 8 años, además encontré una carpeta con fotos de los preparativos de la boda, y allí había unas cuantas de todos los vestidos que me probé. ¡Cuántos recuerdos vinieron a mi mente! Esos días en los que mi madre me acompañó en busca del vestido para el gran día, yo me quería comprar un vestido de novia boho, pero cuando me probé el que fue el vestido que llevé en mi boda tuve clara la decisión. 

Llamarme romántica, pero me encanta volver a ver los desfiles de moda nupcial y, evadirme pensando si me volviera a casar qué vestido elegiría. Cuando hace unos días estuve en el desfile de Pronovias pensé que me gustaría llevar uno de esos vestidos de aire retro. Y claro como una es propensa a crecerse, imaginé que además recrearía en la decoración, el menú, y el resto de detalles, un ambiente que nos trasladara a todos a la campiña inglesa, tipo la película “Pride and prejudice”. ¿Os lo imagináis? ¡Me encanta la idea! 

Así que inmersa en todas estas cavilaciones, pensé y, ¿por qué no lo cuento en el blog? Yo no me voy a casar, pero seguro que alguna de mis lectoras sí y, le puedan ser de utilidad mis cavilaciones, o tal vez solo sirvan para que las que os hayáis casado soñéis otra vez con esos días tan bonitos en los que los preparativos van tomando forma y culminan en la gran fecha. 

Vamos a ver, ¿qué necesitaríamos para recrear una boda en la campiña inglesa? Tendría que ser una boda al aire libre, en una pequeña ermita rodeada de una gran pradera verde. Habría música en vivo, un violín y un chelo, muchas flores silvestres decorarían la zona donde se celebrara la ceremonia, bancos de madera sin respaldo para los invitados, una pequeña carpa de tela blanca para servir el aperitivo, el vestido de novia con aires bohemios como algunos de los que os enseño, y… oigo la puerta, entra Yago y me pregunta ¿qué haces? yo sonrío pero no digo nada, porque acaba de “cortarme” esa boda tan bonita que me estaba imaginando. 

Permitidme que os pida un pequeño favor, no dejéis nunca de soñar despiertas y, si se os ocurren más detalles para recrear una boda en la campiña inglesa no dudéis en compartirlo en los comentarios, ¡estaré encantada de que me ayudéis a completar la boda soñada!

¡Feliz día!