Mostrando entradas con la etiqueta COSY AT HOME. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta COSY AT HOME. Mostrar todas las entradas

martes, 5 de mayo de 2020

SÍNDROME DE LA CABAÑA


El otro día publicaba una foto en mi cuenta de instagram en la que decía esto...



SÍNDROME DE ESTOCOLMO ⭐️ Creo que le estoy cogiendo el gusto a estar en casa, en nuestro pequeño refugio, nuestra zona de confort.


Es a los 21 días cuando dicen que nos acostumbramos a nuevos hábitos, y creo que es por eso que muchos ahora estamos más a gusto ahora, nos hemos hecho a la situación.

Quiero que esto termine pero no quiero que termine, llamadme loca, pero la realidad y normalidad que conocemos, no volverá a ser igual y el desconfinamiento me da respeto... ¿soy la única que lo siente así? Las dos veces que he ido a hacer la compra me he sentido como en una realidad virtual, en una película. 
Claro que tengo ganas de abrazar, salir, sentir, ir a conciertos, viajar... pero creo que tengo mas ganas de que la gente deje de sufrir, de que cada día mueran tantas personas y se contagien tantas otras, y haciendo algo tan sencillo como estar en casa, podremos conseguirlo.

¿Cómo os sentís vosotros?

Aclaración: sé qué es el síndrome de Estocolmo, quería hacer un símil con la situación, es como si mi casa me hubiera secuestrado a la fuerza y yo me hubiera acabado enamorando de ella. Casi todos lo habéis entendido así, pero lo añado por algún mensaje que estoy recibiendo explicando qué es .


Y justo hace unos días también hice unos stories con una encuesta en la que os preguntaba por vuestras sensaciones y el 93%, teníais la misma sensación que yo: queríais que acabara el confinamiento pero al mismo tiempo no, es algo difícil y extraño de explicar, pero todos me entendisteis a la perfección y lejos de sentirme un bicho raro, aluciné con la cantidad de mensajes que recibí contándome vuestras particulares historias, sensaciones y sentimientos, algo que me enriqueció muchísimo y me hizo darme cuenta de que a veces no necesitamos tanto para vivir, sino  mucho menos de lo que podíamos pensar...



Durante este tiempo hemos saboreado el café a fuego lento, mirando por la ventana. Hemos disfrutado de "no hacer nada" dentro de esta rueda de hámster que llevábamos por vida, siempre yendo de un lado a otro con prisas, exigencias, plazos y temas urgentes para ayer...


Por un momento el tiempo se paró y nos dimos un respiro. Apretamos el botón de "PAUSE" para poder mirar a nuestro alrededor y observar que somos ricos sin saberlo, auténticos afortunados y personas dichosas por tener un techo donde dormir, agua caliente, la nevera llena y personas maravillosas a nuestro alrededor, bien la familia que convive con nosotros o la que está a la distancia, así con los amigos con los que hemos descubierto que vernos era más fácil de lo que parecía y que si quieres, tienes hueco para hacer todo lo que te propongas.

Al principio parecía que nos daba miedo estar a solas con nosotros mismos y eso nos aterraba, y es normal, ¡nunca habíamos tenido tanto tiempo para encontrarnos, disfrutar de nosotros y analizarnos detenidamente! Es por eso que empezaron a surgir mil actividades en redes para evadirnos de la realidad que estábamos viviendo, pero después de la euforia de los mil directos al día, pasamos a otra fase de disfrutarnos más, relajarnos y dejarnos llevar en nuestro hogar, nuestro cobijo en el que nada malo podía pasar, aun sabiendo que fuera de nuestras cuatro paredes, cosas terribles estaban sucediendo, como si fuera una pesadilla o una película de terror.

Nos unimos a las 20h con los aplausos que hacían que todos los vecinos saliéramos al balcón y luego bailáramos con la música que duraba hasta las 20:30. Descubrí personas que no había visto en mi vida y que pasaron a formar parte de mi rutina y ahora que son las 20h y ya no salimos, las echo de menos, me entra nostalgia de ese momento en el que con el corazón encogido salíamos a darnos apoyo a través de aplausos y miradas, mientras el himno de España y Resistiré, sonaban con fuerza. 

Hemos descubierto que sean cuales sean los metros cuadrados que tenga nuestro hogar, somos felices en él. Que la vida era más sencilla y más fácil de lo que pensábamos, y que tomar un simple vino en la ventana mirando como llovía fuera, podría ser un grato placer. Hemos cocinado más que nunca, probando recetas y, en mi caso, he encendido más el horno estos días que en toda mi vida junta. Me ha encantado improvisar y que después de comer me apeteciera hacer galletas o un bizcocho y poder hacerlas sin pensar "no puedo que me tengo que ir tal sitio", es como si el tiempo se hubiera detenido y pudiéramos hacer todo eso para lo que nunca había tiempo...

Hemos retomado ese libro que teníamos en la mesilla sin tocar porque cuando nos íbamos a poner a leer, era la hora de acostarnos. Hemos dormido bien, pese a que cuando cambiaron la hora, yo estuve unas cuantas noches en vela, pero al menos, en mi caso, he vuelto al hábito saludable de dormir 7h-8h que no sabéis lo bien que me ha sentado...


No os creáis, también he dejado de hacer muchas cosas. Quería ponerme con algunos armarios, reorganizar y me he puesto, pero otras cosas se han quedado en el tintero y estoy tranquila, no tengo ninguna prisa en pisar el acelerador y volverme loca. Al final, teletrabajar, sentir, vivir y disfrutar también de este momento son claves y no tenemos que perder el norte, ahora es más que nunca cuando debemos tomar la brújula y pensar hacia dónde queremos ir...

Respirar con calma, tomarnos las cosas de otra manera, observar el cielo cada día, los sonidos de la naturaleza, pasar más tiempo con nuestros seres queridos sin prisas, sin horarios, sin reloj... En mi caso, estar las 24h. del día con Yago pegados ha sido todo un regalo y creedme que cuando todo vuelva a la normalidad, va a ser lo que más de menos eche.

Lo llaman el SÍNDROME DE LA CABAÑA, en nuestra casa hemos establecido un perímetro de seguridad y ahora, el volver a salir y el enfrentarnos a la incertidumbre nos genera miedo. Miedo al virus, a la nueva realidad y a la vuelta al ritmo frenético anterior. Produce también ansiedad porque no sabemos cómo enfrentarnos de nuevo a lo que teníamos antes y que nunca será igual...
Lo mejor: hacerlo de manera gradual, salir cuando nos apetezca a pasear (no es obligatorio salir a diario) e ir poco a poco. 

Es más común de lo que pensamos y como estos días hemos conformando nuestro pequeño mundo a medida, haciéndolo nuestro, defendiendo nuestro espacio y haciéndolo más agradable, único y especial, lo de "afuera" nos genera algo de ansiedad. CALMA. No hay que correr, no hay prisas, todo volverá a su cauce y recordaremos estos días como un momento histórico en el que disfrutamos de nuestra familia más que nunca los que vivierais con alguien, los que no, entiendo que ha tenido que ser más duro sentirse solo la mayor parte del tiempo, pero también habréis salido reforzados.


Hemos aprendido a ser más austeros, más humildes y más solidarios, todos estamos en el mismo barco. Espero que ahora que vamos superando fases, esto no se nos olvide por favor. 

Habrá a quien esta situación le haya cambiado por completo, a otros no, pero yo me quedo con esas personas a los que este momento histórico les ha hecho sentir que vivimos en un mundo maravilloso y que tenemos que cuidarlo, cuidando de nosotros y de quienes tenemos a nuestro alrededor y sobre todo, respetando, sin olvidarnos de todas esas familias que se han quedado rotas por culpa de este terrible virus, las personas que han dado la vida por otras y todos los colectivos que han estado al pie del cañón para que al resto no nos falte de nada...

En el fondo, dentro de este caos, desconcierto e incertidumbre, veo sonrisas, esperanza, solidaridad, compañerismo y muchas dosis de emoción. 

Contadme, ¿cómo os sentís vosotros?


sábado, 31 de enero de 2015

RELAX, IT'S SATURDAY

PIjama azul

¡Sábado por fin! ¡Cómo me gustan los fines de semana! Básicamente porque el despertador no marca una hora temprana de levantarse, aunque inevitablemente, siga sonando.

Con el paso del tiempo, he descubierto cómo uno de los placeres de la vida, es dormir. No soy la típica persona que echa la siesta ni se va durmiendo por las esquinas, básicamente, creo que he aprendido a respetar el descanso que todos necesitamos.

A trendy life
Relax

Recuerdo cómo hace unos años cuando era más jovencita, dormía poquísimo. El cuerpo no me pedía dormir más y con unas 5 o 6 horas era suficiente para mí y para afrontar el día... ¡no sé cómo lo hacía, la verdad! Además pensaba que así iba a perderme menos cosas de la vida, jejeje. 
Más tarde, cuando ya no era tan cría, seguía durmiendo poco pero por una cuestión de intentar llegar a todo y terminar todo. Había días de 4h, otros de 5h y alguno de 6h. Los días de 7h eran para hacer una fiesta.... De esto os estoy hablando de hace ya unos años, hoy en día las cosas han cambiado. Tengo que confesar que los días se me hacían duros e iba arrastrando un cansancio constante.

A trendy life
Relax at home
PIjama personalizado

Casi podríamos decir que ha sido como un propósito u objetivo, pero desde hace ya bastante tiempo, me planteé que tenía que dormir más. ¿Por qué? Si descansaba bien iba a poder rendir durante el día a la perfección sin tener que robar horas de sueño e iba a estar más organizada en todos los sentidos, y os prometo, que funcionó.
Atrás quedaron las noches trabajando hasta las 2 de la mañana o esas en las que se me hacían las mil, ahora prefiero estar a las 12h ya metida en la cama y madrugar. Dormir 7h y 8h es todo un placer y me pone las pilas para afrontar el día con buen humor y una sonrisa enorme.

Natural make up

Claro que a veces hay noches en las que por diferentes razones me voy a la cama más tarde o por el contrario, tengo que madrugar más, sobre todo cuando viajo, pero respetar el descanso diario, ya es una obligación para mí...


¿Beneficios? Aparte de todos los que podéis leer en las revistas de salud y webs especializadas, os cuento los míos: mejor humor, mejor rendimiento a lo largo del día, más energía y por supuesto, una mejora en la piel. Yo la noto mucho más descansada y mucho mejor que cuando dormía menos horas. Eso sí, si me paso alguna hora más, aparezco con bolsas de tanto dormir.
Sin embargo, para mí lo fundamental es el tema del rendimiento, las fuerzas no flaquean y el estado de ánimo, se nota mucho :)

COSY AT HOME

El resto del día voy como una "moto" y no paro, pero no me importa porque estoy feliz y descansada...
Eso sí, llega la noche y vuelvo a estar ko...


Supongo que son cosas de la madurez, cuando te empiezas a tomar el descanso como una obligación, pero luego descubres que es tan necesaria que no puedes prescindir de ella... ¿a vosotros también os pasa?

Relax
Pijama y antifaz: Vicky Bargalló

¡Feliz sábado y aprovechad a descansar quienes entre semana no podáis!

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...


THANKS FOR READING

©2014. A trendy life. All rights reserved.